La chinche común, llamada científicamente Cimex lectularius, es un insecto desprovisto de alas, cabeza corta y ancha, ojos prominentes, de cuerpo ovalado y plano. Tiene la cabeza y el cuerpo cubiertos por una corta y fina vellosidad. La tonalidad de su piel varía entre el color cobre y un café-rojizo oscuro. Se inflaman y se vuelven rojizas después de alimentarse de sangre. Las hembras pueden poner de uno a cinco huevos al día. Durante el término de su vida, una sola hembra puede llegar a poner entre 200 y 500 huevos. En ámbitos con temperatura ambiente y suplementos adecuados de comida, las chinches de la cama pueden vivir hasta 300 días. El tamaño de las chinches de cama depende del momento de desarrollo. En su estadio adulto tiene una longitud que oscila entre los 5 y 10 mm. En cambio las chinches más jóvenes, llamadas ninfas, pueden medir poco más de 1 mm.
Propagación y detección
Las chinches de cama han estado consideradas, hasta hace poco tiempo, una plaga del pasado. En nuestra sociedad actual estaban prácticamente erradicadas y, normalmente, su presencia era relacionada con la falta de higiene.
No obstante, desde mediados de la pasada década, estamos experimentando su resurgimiento a nivel mundial. Hoy en día las chinches son una plaga emergente que pueden afectar a cualquier hogar, habitación de hotel, albergue, residencia de estudiantes u otro espacio habitado por humanos.
En los últimos años, la propagación de este insecto se ha visto favorecida por el incremento de viajes intercontinentales que ha permitido el transporte de material infestado de un lugar a otro del mundo. Podemos considerar que es la plaga que más impacto causa en el sector hotelero y todo apunta a que en el futuro su presencia irá en aumento. El otro factor que ha favorecido la propagación de las chinches ha sido la resistencia de estos a gran número de insecticidas.
Puesto que las chinches de la cama son nocturnas, pueden pasar fácilmente desapercibidas. Sin embargo, machas oscuras y pequeñas manchas de sangre pueden indicar una infestación de chinches de la cama. Otra forma de percibir su presencia es mediante el olor desagradable que emiten sus glándulas, o por sus huevos y la piel mudada, que pueden ser encontrados dentro o alrededor del área infestada.
En una habitación, las chinches se localizan en aquellos lugares donde pueden encontrar refugio. Sobre todo en la cama. Concretamente en los colchones (en las costuras, debajo de los botones y las etiquetas), en la estructura de la cama (el cabezal, el canapé, el somier y los pies) y el mobiliario cercano a la cama (las mesillas de noche y las butacas y sillas).
Sus picaduras
La picadura de la chinche causa edema y enrojecimiento de la zona afectada, con picor más o menos intenso. Esta reacción alérgica es debida al anticoagulante contenido en la saliva del insecto. Además, no debe despreciarse el daño económico y de imagen que representa para un hotel la presencia de chinches en sus instalaciones.
Su eliminación
Debe saber que la utilización de insecticidas para el control de las chinches de cama tiene muchos inconvenientes. Esto se debe principalmente a los problemas de toxicidad y medioambientales que presentan los insecticidas y a la capacidad que tienen ciertos insectos a desarrollar resistencias a estos biocidas. En particular, con las chinches se ha demostrado que son uno de los insectos que presentan mayor número de estas resistencias, lo que dificulta todavía más su control y erradicación. Una vez adentro del establecimiento, son difíciles de erradicar sin la ayuda de un profesional en el de control de plagas.
Equipo de HS Consulting