Breve historia de la legionelosis

El origen.

Corría el año 1976, un congreso de la legión americana se celebra en un hotel de Filadelfia. 182 asistentes sufren una neumonía atípica, falleciendo 34. Se desconoce qué causó esa neumonía atípica.

En enero de 1977 más tarde se identifica el agente causal, que se denomina Legionella pneumophilla y que se asocia a brotes producidos anteriormente.

Una bacteria, dos enfermedades.

Se descubre además que la misma bacteria origina dos enfermedades, una, la fiebre de Pontiac, mucho más benévola y que remite con relativa facilidad en la mayoría de los casos.

La otra forma es la legionelosis o enfermedad del legionario, manifestándose en una neumonía atípica, fiebres altas, y afectación a diferentes órganos (hígado, riñón, sistema digestivo y nervioso). Una proporción importante de casos, entre un 5% y un 30% son fatales, incluso en la actualidad, y especialmente si se retrasa el tratamiento antibiótico.

¿Cómo se transmite la enfermedad?

La única vía de transmisión de la enfermedad es por inhalación de aerosoles contaminados (diminutas gotas de agua, muchas veces microscópicas, que quedan suspendidas en el aire).

La bacteria vive en todo tipo de aguas “dulces” si bien solo es peligrosa cuando alcanza concentraciones elevadas o infectivas. Esas concentraciones se alcanzan cuando la bacteria tiene unas condiciones ambientales ideales, en las que es determinante la temperatura (temperatura óptima de crecimiento es de 37ºC si bien crece bien entre 20 y 45ºC), el estancamiento y la presencia de nutrientes (como el óxido de hierro).

Una vez alcanzadas esas concentraciones peligrosas, cuando la bacteria se vehiculiza en las gotículas de agua que se forman en las duchas, los jacuzzis, las fuentes ornamentales, las torres de refrigeración, etcétera, surge el riesgo.

¿Por qué es tan importante su prevención en hostelería?

Porque un brote de legionelosis, dada su alta mortalidad, es de las peores complicaciones para la salud vinculadas directamente al establecimiento hostelero que se puede tener, sobre todo teniendo en cuenta que, con una formación, unas instalaciones y un mantenimiento adecuados, se puede evitar.

 

Equipo HS Consulting