El origen de las especies.
Corría el año 1836. Charles Darwin solo tiene 22 años cuando embarca en el Beagle. Para disgusto de su padre, prefería coleccionar escarabajos a estudiar medicina.
Durante el viaje que acomete documenta variaciones en pinzones (una especie de pájaro) del archipiélago de las Islas Galápagos según la isla de procedencia. Concluye que cada una de las 13 especies de pinzones que habitan en las galápagos proceden de un pinzón común. El fenómeno de aislamiento hace que modifiquen el pico en función de la dieta que tengan disponible en cada isla.
Pasan muchos años hasta que publica su obra cumbre: El origen de las especies. De ella se desprende el concepto de selección natural, sin el que no se explicaría la evolución, y con unos conocimientos sobre genética mínimos (justo cien años antes de que Watson y Crick descubrieran la estructura secundaria del ADN).
La conclusión principal de esta obra es que los organismos se reproducen y la progenie hereda características de sus progenitores, si bien hay variaciones de estas características. El medio ambiente (y cambios en éste) no admite a todos los miembros de una población en crecimiento. Entonces aquellos miembros de la población con características menos adaptadas (según lo determine su medio ambiente) morirán con mayor probabilidad. La selección del más apto
Alimentos manipulados genéticamente o transgénicos: El maíz Bt.
La evolución de las especies de forma natural es una transición gradual que dura siglos y es dirigida por las condiciones ambientales.
La reciente incorporación de nuevas disciplinas, como la ingeniería genética y la biotecnología aceleraran este proceso inyectando in vitro fragmentos de ADN con el objeto de transmitir una característica concreta. De esta forma, podemos obtener alimentos más nutritivos, resistentes a plagas o a climas menos favorables.
Así, por ejemplo, el maíz Bt produce una proteína de origen bacteriano (Bt proviene de Bacillus Thurigensis) que es tóxica para las larvas de una plaga conocida como los barrenadores del tallo.
Ventajas e inconvenientes de los alimentos transgénicos.
Los beneficios son, desde el incremento de producción y mejor viabilidad económica de los cultivos pasando por la reducción de uso de pesticidas. Sin duda elementos nada despreciables.
En cambio, tenemos que el uso de alimentos transgénicos debe hacerse tras un riguroso estudio de exposición a largo plazo (algo que no es posible al ser una técnica reciente) para detectar la aparición de posibles efectos crónicos a las personas y al medio ambiente. También que la planta modificada genéticamente, al ser más evolucionada genéticamente, desplace a la original.
Si bien no está claro cuales son los efectos de los alimentos transgénicos a medio y largo plazo, es indudable que las aplicaciones que pueden tener son muy variadas.
Equipo de HS Consulting.