La celiaquía o enfermedad celíaca es una patología silenciosa (se calcula que en España hay 400.000 afectados que no lo saben), que no tiene cura y que puede comenzar a cualquier edad, ya que afecta tanto a adultos como a niños. Se desconoce la causa de esta enfermedad, aunque para padecerla es necesaria una base genética e inmunológica.
Se trata, básicamente de una intolerancia al gluten, una proteína que está presente en algunas variedades de cereales como el trigo, la cebada, la espelta o el centeno, y es el ingrediente que hace que las masas sean elásticas y el pan crujiente.
Según los últimos datos, en España 1 de cada 100 personas son celíacas. Se trata de una patología que produce la inflamación del intestino delgado, destruye las vellosidades y altera la absorción de los alimentos, pudiendo provocar desnutrición. En apenas 30 años se ha pasado de 1 de cada 2000 personas a 1 de cada 100. Sin embargo, según Ramón Angós, de la Clínica Universidad de Navarraera, «esto no quiere decir que haya aumentado el número de enfermos, sino que se piensa más en ella y se diagnostican muchos casos que antes se quedaban sin diagnosticar».
Los síntomas más comunes, aunque no seimepre presentes, son los síntomas gastrointestinales como:
•Dolor abdominal, distensión, gases o indigestión
•Estreñimiento
•Disminución del apetito (también puede aumentar o permanecer inalterable)
•Diarrea, sea constante o intermitente
•Intolerancia a la lactosa
•Náuseas y vómitos
•Pérdida de peso inexplicable
Pero asimismo se pueden presentar otros problemas no relacionados con el sistema digestivo:
•Depresión o ansiedad
•Fatiga
•Retraso en el crecimiento de los niños
•Pérdida del cabello
•Alteraciones del ciclo del período menstrual
•Entumecimiento u hormigueo en manos o pies
Diagnósticos
Para el diagnóstico se pueden hacer análisis de sangre que pueden detectar algunos anticuerpos, llamados anticuerpos tTGA o anticuepos EMA. Y, si los resultados son positivo, a menudo se lleva a cabo una gastroscopia para hacer una biopsia del duodeno. La biopsia puede mostrar un aplanamiento de las vellosidades en las partes del intestino que están por debajo del duodeno. También se pueden hacer pruebas genéticas de la sangre para ayudar a determinar quién puede estar en riesgo de padecer celiaquía.
Se puede ordenar una biopsia de control o análisis de sangre varios meses después del diagnóstico y el tratamiento. Estos exámenes evalúan su respuesta al tratamiento. Los resultados normales significan que usted ha reaccionado favorablemente al tratamiento, lo cual confirma el diagnóstico. Sin embargo, esto no significa que la enfermedad haya sido curada.
Y muy importante: no hacer un autodiagnóstico. Si una persona cree que puede ser celíaca, es necesario que se haga las pruebas médicas pertinentes para evitar complicaciones, confusiones y enfermedades a largo plazo. No se puede comenzar la dieta libre de gluten sin antes realizar estos exámenes.
Fuente: ABC: